Blindá tu pratrimonio

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El fideicomiso, instrumento que permite resolver diferentes realidades.

El fideicomiso es en la actualidad un instrumento muy usado en situaciones muy diversas y variadas.

Así el fideicomiso es un vehículo con una serie de particularidades que lo posicionan en la actualidad como una alternativa jurídica, contable e impositivamente sustentable, ante una estructura societaria tradicional.

En tal sentido, un rasgo esencial del fideicomiso es la transferencia de la propiedad fiduciaria en cabeza del fiduciario, administrador del fideicomiso, quien debe respetar la finalidad para el cual fue constituido el fidecomiso y transmitida la propiedad fiduciaria, sea está, una cosa mueble, un inmueble, dinero en efectivo o un derecho.

Conforme lo expuesto, se trata de un patrimonio de afectación para un destino concreto, o sea que el patrimonio fideicomitido se considera como separado, ya que como principio general queda inmune al ataque de los acreedores tanto del “fiduciante” – quien transmitió el bien – como del “fiduciario” – administrador del fideicomiso – . El patrimonio fideicomitido en principio solo podrá ser atacado por los acreedores cuyas deudas se hayan generados por el propio fideicomiso.

Así podemos señalar que existen dos tipos principales de fideicomisos. Siempre entendiendo que en ambos tipos se hace transferencia de la propiedad que tiene por objeto beneficiar a los destinatarios finales de los bienes. La diferencia entre los dos tipos surge según que el beneficio sea acordado a título gratuito o con la expectativa de una contraprestación.

En tal sentido, el fideicomiso es útil para instrumentar donaciones en vida del instituyente y también para establecer disposiciones de última voluntad. El beneficio apunta a personas o instituciones de beneficencia que aquel quiere favorecer por razones particulares.

También el fideicomiso sirve como instrumento para articular las relaciones de índole comercial, como por ejemplo los desarrollos inmobiliarios, la explotación agropecuaria y la producción ganadera.

Sin perjuicio de los dos tipos referenciados, el fideicomiso puede ser usado como instrumento para garantizar una obligación. Esta tipo de fideicomiso, también llamados fideicomiso de “garantía” se configura cuando el deudor / fiduciante transmite un bien – como propiedad fiduciaria – para garantizar una obligación. En caso de incumplimiento del deudor / fiduciante, el fiduciario tiene la responsabilidad por disposición del mismo fideicomiso constituido, de proceder a liquidar el inmueble para cancelar la deuda del acreedor / beneficiario o bien transmitirle a este el bien dado en garantía de la obligación.

Por último vemos que en la actualidad, dada la virulencia y arbitrariedad que existe en muchas sentencias laborales y la excesiva presión fiscal sobre las empresas, hay un gran riesgo sobre los bienes personales de los directores de sociedades anónimas, socio gerentes de sociedades de responsabilidad limitada y personas físicas que se desempeñan como unipersonales.

Responder con su propio patrimonio, es una posibilidad real que existe sobre el presidente de un directorio, los directores, socios gerentes y quienes tengan la representación y administración legal de la empresa. El embargo de inmuebles y de cuentas bancarias, son algunas de las consecuencias que pueden ocurrir por los reclamos laborales, de la seguridad social, o de deudas tributarias.

Es por eso que muchos empleadores que tienen responsabilidades ejecutivas o representan legalmente a una empresa y/o detentan la administración de la misma o simplemente tengan una actividad comercial de forma unipersonal, han adoptado el fideicomiso como instrumento para proteger su patrimonio.

Martín Erramuspe Busch
Abogado y socio de ERRAMUSPE & CAROSELLA ABOGADOS

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